domingo, 14 de diciembre de 2008

El poder de unas palabras


A mis alumnos más de una vez les he contado la anécdota aquella de que una de mis abuelas detestaba que digamos palabras soeces, como tal vez todas las abuelas. Pero lo anecdótico es la razón que ella me daba. Nunca dijo que era de mala educación o que qué va a decir la gente. Su razón era: No digas esas cosas, porque la palabra tiene poder.








Lo sé, supersticiones, cosas de viejo, frases altisonantes pero profundamente vacías como en los libros de Coelho. Pero ya no las escucho poniendo cara del niño bueno que nunca fui, sino que pienso en ellas como el hombre que ahora soy. Y quizás esta mujer sabia tenía algo de razón.


Es decir, no te convertirás en sapo a la voz de un Hocus Pocus, no habrá ninguna piedra que se mueva ante un ábrete sésamo ni saltará un conejo de un sombrero a la voz de abracadrabra. Pero sí es cierto que existen palabras mucho más simples que éstas pero a la vez llenas de magia o brujería. Puedes destrozarle a alguien el corazón con un "no" y llenarlo de dicha con un "sí". Basta un "lo voy a pensar" para desquiciarte de la pura ansiedad que precede a la respuesta y con tan solo un "Terminamos" dejarás de sonreír en un mes o más. Si las palabras no tuvieran tanto poder, jamás me habrían preocupado tanto con un "no te preocupes" ni me habrían entristecido diciendo "te quiero". Si una frase no lastima entonces ¿por qué cuando él o ella te busca le dices "no quiero hablar contigo"? ¿No es acaso porque odias sentirte vulnerable? ¿No crees que es horrendo que las palabras de alguien causen tantas emociones en ti?

Por eso, Mujer, cuando terminamos por enésima vez escribí este poema, confiándome en que serían, como Neruda decía en el XX, "los últimos versos que yo te escribo". Puse todo el poder de mis palabras en él para sentir en que esta vez la ruptura era definitiva.


Desenlace

No haré más preguntas.

Olvidaré tu olor perfecto
Y tu sonrisa iridiscente.
El sabor de tus pies
Y el color de tu piel.

Negaré que fui feliz contigo.
Ahora solo pasa el viento.

Ya dejé de lado tu saliva.
Aquella negra mata de cabello.
Y
Manos
Dedos
Uñas
Garras
Caricias
Asir.

Hasta que dejes de existir
Hasta que nunca seas.
Porque nunca fuiste
Porque no estarás.

¿Quién anda ahí?


Sin embargo, eras tú la que andaba ahí y yo aún estoy aquí, contigo. ¿Por qué? Porque, maldita sea, tú tienes más poder que todas y cada una de mis palabras.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Play de honor

Acabo de crear este blog. Lo hice por una sencilla razón: Tenía un blog en espanolblog o algo así y no lo leía ni mi madre. Aunque hay que reconocer que ella no lee nada, así que no me pegaré un tiro por eso y creo que por nada. La esencia de ser maestro (profesor, docente, o como quieran) es algo que uno va destilando cada vez que se mueve, cada vez que abre la boca y cada vez que empuña la pluma o tamborilea el teclado. Así que este play de honor será básicamente educativo:

bizarro, rra.

(De it. bizzarro, iracundo).

1. adj. valiente (esforzado).

2. adj. Generoso, lucido, espléndido.

(Fuente: Diccionario de la Real Academia Española, http://www.rae.es/rae.html)



He perdido la cuenta de la gente que toma el significado de "bizarro" como raro, extraño o extravagante. Eso se debe a varias razones. La más común es que algún periodista despistado así lo utiliza (aun en diarios respetables) y la gente así lo entiende porque a nadie se le antoja investigar. La menos común es aquella que confunde a la gente mejor informada (de ahí que sea menos común). En inglés y en francés el adjetivo bizarre SÍ significa lo que los bárbaros asumen para "bizarro".

















Primera entrada del blog, primera fotografía en color de la historia. Saludos.